La controversia por el brazalete del Millionaire Maker deja a la vista una guerra de marcas en la industria

Autor
Jorge Mario Loaiza
Publicado
4/7/2025
Actualizado
4/7/2025

La polémica por las decisiones de las WSOP frente a la dudosa forma en que Jesse Yaginuma ganó el torneo, no se detiene. Las reacciones en redes sociales y medios del poker fueron inmediatas y un cruce entre Daniel Negreanu, imagen de GGPoker y, por ende de la serie mundial; y David Lappin, vocero de WPT Global; expuso lo que sería un enfrentamiento entre las dos plataformas con mucho más fondo por esclarecer.

Wsop Wpt Millionaire Maker Controversia

Arde la polémica tras el caso Yaginuma: la controversia pasa al plano de las estrategias por el control del mercado en la industria del poker

Lejos de calmar las turbulentas aguas que dejó la agitación por la dudosa definición que tuvo el multitudinario US$1.500 Millionaire Maker; la decisión final de la organización de las World Series of Poker (WSOP) frente al caso, atizó aún más el fuego en un escenario que parece ir mucho más allá del inicial cuestionamiento por la ética profesional de los jugadores, y la forma en que debe velarse por el juego limpio y la sana competencia, por parte de los directivos de los eventos.

Al anunciar la conclusión de la investigación que realizó, ante la evidencia de notorias irregularidades en el duelo que sostuvieron los estadounidenses Jesse Yaginuma y James Carroll, en busca del brazalete del evento #53 de la Serie Mundial; la organización de las WSOP pareció apuntarle a una decisión salomónica, conciliadora y en apariencia concordante con una intención de proteger el espíritu competitivo; pero sin causar perjuicios económicos a los involucrados.

Como se ha expuesto detalladamente en nuestra nota previa, Yaginuma se impuso en esta edición del Millionaire Maker en un marco que despertó todo tipo de suspicacias. El virtual campeón logró la victoria después de remontar en un heads up en el que inició en desventaja de 10 a 1 en fichas; con un comportamiento extraño de James Carroll, quien pareció haber extraviado por completo la estrategia que lo llevó a encarar esa instancia del torneo con tan clara superioridad. Todo esto, bajo el sospechoso entorno de tener en juego un pago de US$1.000.000 adicionales al pozo, mediante la promoción “Gold Rush” del ClubWPT Gold, solo en caso de que el campeón fuera Yaginuma.

Ante las acusaciones públicas de múltiples figuras entre la comunidad internacional del poker, frente a lo que consideraban un evidente caso de ‘chip dumping’ (entrega deliberada de fichas de un oponente a otro, para favorecerlo faltando al juego limpio y la sana competencia); las WSOP iniciaron la investigación que finalizó con la decisión de impugnar el brazalete con el que Yaginuma ya había posado en una premiación pública. El pronunciamiento incluyó también la medida de dividir los premios en juego entre los dos involucrados; eso sí, poniendo en consideración la posibilidad de que finalmente se les impusiera también una sanción de exclusión de los torneos WSOP, quizá de por vida, incluso.

Cruce entre voceros de las marcas, en un aparente ‘cobro de cuentas’ por formas de competencia desleal

Como lo señalamos anteriormente, pareció una medida diplomática. Sanción deportiva ante una falta deportiva. El dinero en juego dio la impresión de haber sido considerado un asunto intrascendente. Y, extrañamente, los cuestionamientos de fondo a la falta de ética que habría marcado las conductas de Yaginuma y Carroll, fueron pasando a un segundo plano. Resultó apenas natural que las reacciones públicas no tardaran en presentarse, atizando el fuego por dos asuntos de fondo: la probable influencia de las promociones en detrimento del espíritu de competencia en los eventos de élite y los cuestionamientos a la política de las WSOP, que fija reglas con las que impide que los jugadores lleguen a acuerdos éticos, transparentes y de cara al público, en eventos con saltos de cobros que realmente pueden significar fortunas.

Uno de los pronunciamientos más vehementes, y tal vez el que dio el disparo de largada para un nuevo contexto en el debate, corrió por cuenta del estelar canadiense Daniel Negreanu. ‘Kid Poker’, imagen oficial de GGPoker y, por ende, de las propias WSOP, se despachó en su podcast, con declaraciones de Lee Jones incluidas; para referirse a la que consideró “la promoción más sórdida que haya visto en más de 30 años de carrera en el poker”.

Sin mayores argumentos de fondo, Negreanu le dio más trascendencia a la estrategia de mercadeo del ClubWPT Gold; que al evidente foco del debate: la necesidad de proteger la sana competencia en los eventos de élite. El norteamericano cuestionó que WPT no hubiera previsto que esa promoción, que podría adicionar US$1.000.000 extra a ganadores de torneos con un premio incluso inferior a esa cifra, podría generar escenarios como el que se presentó en el duelo entre Yaginuma y Carroll. Y, obviamente, agudizó el señalamiento, al sentar la duda de que tal vez sí hubieran considerado que ese tipo de consecuencias podían generarse, pero aún así, optaron por priorizar su estrategia comercial.

Wsop Paradise 2025

Desde la otra esquina, opositores al punto de vista de Negreanu no perdieron la oportunidad de señalar lo contradictorio que resultó escuchar los cuestionamientos de ‘Kid Poker’ a la promoción ‘Gold Rush’; cuando él ha sido la imagen pública de la promoción de GGPoker ‘Road to Vegas’, en la que también se generaría un millón adicional para un eventual ganador del Evento Principal de la Serie Mundial, en caso de que haya accedido a la competencia a través de un clasificatorio en línea de dicha plataforma.

En esa línea, se conocieron publicaciones de otros influenciadores entre la comunidad del poker, como Nick Jones y David Lappin. Lappin entró a la partida con lanzas mucho más afiladas. En su calidad de representante de WPT Global puso cartas sobre la mesa que mostraron que esta partida tiene ya mucho ‘metagaming’ (influencia del juego, de su contexto previo y de factores externos en el desarrollo de una actividad de competencia).

Con un amplio artículo publicado en Pokerati, Lappin pasó de los cuestionamientos ante lo que considera una postura hipócrita de Negreanu frente a las promociones y ofertas, a señalar actuaciones tan controversiales de parte de GGPoker y WSOP; como haber lanzado la edición Paradise de la Serie Mundial en fechas cruzadas con el festival de cierre de temporada del WPT, en el que se incluye el WPT World Championship.

Crear esa disyuntiva entre las citas en Bahamas y en el Wynn Las Vegas, derivó en dos megafestivales que dividieron a la comunidad de jugadores y terminaron por generarles millonarios desfalcos a sus organizadores, al alcanzar recaudos muy inferiores a los garantizados puestos en juego en la premiación. Además, Lappin también señala lo desleal que resultó ese movimiento para PokerStars, que tradicionalmente realizaba su Caribbean Adventure en enero, en la misma sede tropical por la que optaron las WSOP Paradise.

Ilustracion Tomada Del Ariculo Publicado Por David Lappin En Pokerati Com

Ilustración tomada del artículo publicado por David Lappin en Pokerati.com

Más allá de las obvias réplicas de Negreanu para desvirtuar los señalamientos a la promoción ‘Road to Vegas’, en las que argumentó que añadir un millón adicional a un premio que seguramente estará alrededor de los US$10.000.000 nunca tendría tanta incidencia como poder generar un bono millonario en múltiples eventos, incluso de bajo buy-in o con una bolsa reducida; ningún vocero de WSOP ha dado un punto de vista con el que refute las acusaciones frente a la eventual falta de lealtad en las estrategias de mercadeo que habría sido la creación de las WSOP Paradise.

Otro aspecto al que no se han referido los organizadores de las WSOP han sido los cuestionamientos que se han hecho a la reglamentación de la Serie Mundial, que impide la generación de acuerdos éticos y transparentes, hechos de cara al público; en situaciones en las que hay verdaderas fortunas sobre la mesa. Lappin fue enfático en señalar que esas trabas protocolarias también podrían ser, en gran medida, motivación para que los jugadores incurran en conductas inadecuadas; cuando bien podrían establecerse pactos decorosos y honestos en lo monetario, sin perjuicio del espíritu de competencia deportiva.

Este cruce aún tiene mucha tela por cortar; pero lo cierto es que el “rabo de paja” señalado por Lappin y otros opositores de la postura de Negreanu, parece estar empezando a arder. Tanto ‘Kid Poker’ como su marca han quedado muy mal parados en su arremetida inicial, hecha en un tono que apuntó con toda claridad a desprestigiar al WPT.

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