Felipe Espitia recoge el fruto maduro de su apuesta por la disciplina

Autor
Vargoso
Publicado
24/2/2021
Actualizado
24/2/2021

Vientos favorables acompañan en el arranque del 2021 al grinder colombiano, quien habló con nuestra redacción del gran momento que vive su carrera en este despegue de año; pero también de los baches más difíciles que ha tenido que sortear para llegar hasta aquí y que ha superado con duro trabajo. La constancia, el esfuerzo sin pausa y el aprendizaje, al fin le traen bendiciones, después de un complejo período de quietud.

Felipe-Espitia-Poker-Online-Colombia

Escrito por: Jorge Mario Loaiza

Espitia “on fire” en el arranque del 2021

El popular grinder colombiano Felipe Espitia, conocido como ‘El Chavo’ entre amigos y compañeros de mesas, inició a fuego total el año, luego de un 2020 atípico que, en medio del confinamiento, detuvo un tanto el ritmo de su avance en los paños, como sucedió para la gran mayoría, sino para la totalidad, de los practicantes del poker de alto nivel en la temporada que recién finalizó.

Espitia viene encendido, tanto en las plataformas online como en las competencias presenciales que están en plena reactivación en esta disciplina mental, después de un año marcado por la pandemia, que llevó a la cancelación de múltiples citas del calendario internacional, o a su traslado al formato virtual. 

Luego de conseguir a finales de 2020 un importante premio que rozó los US$60.000 en un torneo masivo en la aplicación PokerBROS, el bogotano dio noticia en días recientes al mantenerse en pie hasta el heads up en el GGMaster $150, maratónica competencia que tuvo lugar en la concurrida jornada dominical de la sala del buen juego, que es reconocida como una de las más exigentes y lucrativas de su agenda.

Felipe Espitia GGMasters

Tras acordar un recorte en el salto de cobros con el mexicano Adrián Eduardo ‘L1mpFold’ Domínguez; Felipe terminó como runner-up del multitudinario certamen, en el que intervinieron 3.794 competidores, para embolsarse US$49.720, el domingo 14 de febrero. Este premio es el mejor alcanzado por el capitalino en eventos convocados por salas formales online, es decir, sin considerar a las aplicaciones basadas en clubes.

Pero el buen rendimiento de Espitia en estos primeros meses del 2021 no se ha detenido en las pantallas. Con banca recargada y el inminente deseo de volver a jugar en vivo, el grinder aprovechó enero y siguió su instinto hasta los casinos de Las Vegas, donde sumó varios cobros que le sirvieron para llenar de buen viento las velas que impulsan un viaje que partió hace más de una década, cuando jugaba por monedas, y que ha atravesado también momentos de zozobra.

A continuación, las declaraciones que el ‘Chavo’ compartió con nuestra redacción en un extensa charla para la que nos atendió en días recientes, con total apertura y absoluta amabilidad, como es su costumbre.

  • World Poker Deals: ¿Cómo fue este último tiempo sin muchas competencias presenciales y con las dificultades para jugar al poker desde Colombia?

Felipe Espitia: El último evento que pude jugar fue el Jackie's Poker Tour, por la época en que empezó la pandemia; incluso, casi nos agarra esa situación allá. Nos quedamos un par de días más en el Sortis, con mi amigo Juan Antonio Aguazaco; salimos de Panamá y a los tres días cerraron el aeropuerto.

De resto, casi que todo estuvo muerto. Panamá, quieto. Las Vegas, estuvo cerrado cuatro o cinco meses y hubo pocos torneos a nivel nacional, también. Ahora me dio la locura y arranqué para Las Vegas en un viaje que fue poco programado. Casi que el 31 de diciembre dije ‘quiero ir a Las Vegas’ y el 5 de enero estaba arrancando. Obviamente, Las Vegas siempre va a tener movimiento, hablando del poker en vivo, pero sí se ha notado el golpe de la pandemia. Creería que bajó en 60 o 70 por ciento el flujo de gente en los casinos de Las Vegas.

En cuanto al poker online desde Colombia, hace ya un buen tiempo salieron del país PokerStars y partypoker, después 888, entonces las opciones se han reducido bastante. Casi todo el año pasado me dediqué a jugar en PPPoker y en PokerBROS; ocasionalmente jugaba en Americas Cardroom (ACR), en GGPoker y en Winamax. Mi parrilla diaria era en PPPoker, en el club Enjoy y en la Liga Suprema, y en PokerBROS en la Unión Panamericana.

Al ahondar sobre las plataformas basadas en clubes, Espitia anota que el field es favorable, con muchos jugadores recreacionales y pocos profesionales del poker. Sin embargo, el tema de tener que confiar el dinero en manos de terceros no deja de parecerle riesgoso. “Hay que tener mucha seguridad de con quién se está trabajando”, apunta.

La regulación, un obstáculo en Colombia

  • WPD¿Piensas que en Colombia, realmente la regulación está para darle garantías al grinder o se está convirtiendo solamente en un obstáculo que obliga a tener que emigrar a los que en verdad quieren ser profesionales?

FE: Lo veo más como un obstáculo. No sé qué es lo que pretende Coljuegos con simplemente poner trabas en vez de informarse bien sobre qué cantidad en promedio de jugadores hay y qué cantidad real de rake mueve el gremio del poker en Colombia. Primero deberían hacer un estudio de los movimientos que hay, tanto de jugadores como de dinero, para, así mismo, poder pretender recibir algún tipo de beneficio o impuesto. Ellos quieren regalías muy por encima de lo que produce el poker colombiano.

El nicho del poker en nuestro país realmente es pequeño. Hemos crecido en los últimos 7 u 8 años, ha habido un boom, pero no tan grande como para que Coljuegos tenga un beneficio tan alto como el que quiere tener. Tanto, que las mismas plataformas prefieren irse del país, antes que pagarles lo que ellos pretenden. Son marcas que se han ido de países como Estados Unidos o España, porque no han llegado a un acuerdo, siendo países con un volumen mucho mayor que Colombia; entonces ya podemos imaginarnos qué tan nublado se ve el panorama para esos operadores en el plano nacional, ante las condiciones de liquidez cerrada que aquí se quieren imponer.

  • WPD: Está también el desfase, por un lado, de incluir al poker dentro de los juegos de azar o que producen ganancia ocasional, y por otro, el hecho de que no se cobren impuestos sobre tus utilidades, sino sobre los premios netos que recibes. ¿Qué piensas al respecto?

FE: Son fallas por desconocimiento. Porque, por ejemplo, cobré US$5.000, pero si uno va a ver todos los buy-in que gasté antes, puede que la inversión sume más de los US$5.000 que recibí. Alguien cobró US$10.000, pero llevaba un down de US$50.000; es decir, todavía le falta demasiado para recuperar lo que perdió. Todavía está mal este tema para mí.

Emigrar: el camino para ser profesional en Colombia

  • WPD: ¿Qué recomendación les das a los jugadores colombianos cuando tienen un mercado tan cerrado? ¿Qué alternativas tienen? ¿O lo único que queda es hacer maletas y salir?

FE: Si una persona quiere ver el poker simplemente como algo recreacional y jugar ocasionalmente, podría jugar en clubes. Hay muchas opciones en PPPoker o PokerBROS, igual, siempre tratando de buscar buenas referencias, personas con buena reputación, con un historial de seriedad para no tener imprevistos con la seguridad de tus fondos. Si alguien quiere jugar poker de forma profesional, tiene que buscar volumen. Lastimosamente en Colombia no se puede, porque si no puedes jugar en PokerStars, partypoker y 888Poker, casi que le están cortando a uno un ala completa.

Definitivamente, para personas que quieran ver el poker de una manera más profesional, la mejor opción es emigrar del país e instalarse en algún sitio donde no haya tantas restricciones para poder jugar tranquilos”.

  • WPD: Entre los colombianos que han dado ese paso están nombres como los de Julián Pineda, Sebastián Toro, Mauricio Salazar, por momentos Sebastián Hoyos, Darío Dussán, José Ferro o Jaime Fonseca. ¿Crees que si más jugadores colombianos decidieran salir estarían por ese mismo nivel?

FE: Lo bueno y lo bonito del poker es que desde que uno se proponga mejorar, estudiar, entender y analizar cada vez más el juego, casi cualquier persona puede llegar a estar en un nivel cada vez más alto. No se puede desconocer que, así como para muchas otras disciplinas mentales, la inteligencia influye; pero, en términos generales, si usted se dedica a mejorar, lo puede hacer y puede ir batiendo límites y subiendo de niveles.

Las personas que quisieran ir batiendo límites y ponerse al nivel del “Ñato” (Sebastián Toro) o de Julián Pineda, que están jugando casi que los torneos más importantes en línea todos los días, yo estoy casi seguro de que lo podrían hacer.

El tema es que la gente toma muy pocas veces en serio el juego. En verdad hay mucha gente que habla de la banca, de los ‘fishes’… Pero no se dan cuenta de que no le están dedicando en verdad el tiempo, el estudio, el análisis y dándole la importancia real al juego, porque es más un tema de dedicación”.

Dificultades que enseñan a ser mejor

Felipe Espitia Díaz, “el Chavo Espitia” para sus amigos y compañeros en los paños, nació en Bogotá y conoció el poker en sus ratos libres cuando era estudiante en el Politécnico Grancolombiano. Sin embargo, cada vez dedicaba más tiempo a las partidas con los jugadores de la universidad y menos a sus estudios, lo que le trajo problemas familiares. Cada vez progresaba más en el poker, pero lo que ganaba era para tomar, para gastar en un ambiente fiestero. Al respecto también nos entregó valiosas declaraciones para compartir su evolución personal en ese sentido.

  • WPD: Superar las dificultades es lo que más enseña cuando estás construyendo un camino. ¿Cuáles han sido los momentos difíciles que te han llevado a donde estás ahora?

FE: El primer bache fue superar el escarnio familiar. No los culpo, porque no empecé de la mejor manera. Yo conocí el poker en la universidad; obviamente, dejaba de hacer lo que se suponía debía hacer. Mis papás hacían un esfuerzo por poderme pagar una carrera en el Politécnico Grancolombiano, que estaba por encima de las posibilidades económicas de mi familia. En el segundo o tercer semestre, yo ya casi no entraba a clases por estar jugando por monedas. Me apasionaba mucho, pero, en verdad, sí estaba haciendo las cosas muy mal.

Mi papá es de un carácter bien fuerte. Entonces me decía que qué carajos pensaba de la vida, que él perdiendo un montón de plata y yo simplemente jugando por jugar, porque ni siquiera ganaba… No se veían resultados como para que yo pudiera decir que era un jugador profesional de poker. Literalmente me decía: ‘¡Qué jugador profesional, si hasta los zapatos que tiene se los doy yo!’ Era un tema duro porque me tocaba el ego, me tocaba el orgullo. Fueron momentos en los que me fui de casa varias veces. Me veía metido en problemas por gastarme hasta un recibo de $50.000… Fue un año o año y medio bastante duro.

Después he tenido muchos bachecitos que se van presentando, especialmente por errores que uno comete, en particular con el manejo del dinero. Nunca he sido el mejor administrador, entonces llegan las vacas gordas y uno cree que eso nunca va a parar y cuando llegan las vacas flacas se estrella bastante duro contra el mundo. Me ha pasado en varias ocasiones, pero, en especial, los últimos dos años. Tuve problemas con temas de juego, de apuestas deportivas, casi que una adicción, es como una droga. Para finales de 2019 me endeudé bastante. Ese fue el bache más grande que he tenido en mi vida. La cabeza no funcionaba muy bien.

Trabajo duro, la bendición

  • WPD: ¿Y qué hiciste para salir de ese momento?

FE: Siempre he sido muy bendecido. Cuando atravieso esas crisis, siempre pasa algo inesperado. Esa vez no fue que pasara algo extraordinario, ‘pum’, de un momento a otro. Pasaron varios meses en los que trabajé muy duro hasta que logré salir de ese apuro económico que tenía. Dejé a un lado las apuestas… No voy a decir que ahora no apuesto. De vez en cuando me gusta ver un partido de baloncesto y apostarle a algo, pero no como antes, que apostaba a lo loco, simplemente por apostar, por ese ‘chute’ de estar drogado por las apuestas, porque son una droga realmente.

En 2019 y 2020 me alejé de todo eso y empecé a jugar muy duro con Darío Dussán y con Sebastián Hoyos. Aprendí infinito. Creo que en los últimos dos años fue cuando más he aprendido sobre cosas del poker. Ellos me cambiaron mucho la visión. Empecé a entender más el juego y, con mucho trabajo, muchas horas de juego, muchos torneos, logré salir de ese último bache que tuve, bastante pesado. El año pasado fue que vi mi mejor cobro, en PokerBROS, en noviembre, trabajando para Hoyos y para Darío que me bancaron casi durante todo ese último tiempo.

  • WPD: ¿Cómo viviste ese momento en el que lograste el que ha sido hasta ahora tu mayor cobro?

Fue un torneo de la Unión Panamericana. Fue curioso porque yo no juego torneos de US$1.000, con buy-in directos. Pero hacían un satélite interesante de US$88, así que jugué el satélite, pasé y, al otro día, primer puesto y bombazo.

Fue una cosa deliciosa: con US$88 de un satélite pegar un bombazo de US$60.000.

Eso fue fruto de muchas horas de trabajo, muchas horas de juego, tanto en 2019 como en 2020. A eso se lo atribuyo, no a ninguna otra cosa”.

2014 y el presente, sus mejores momentos

A pesar de que él mismo no considera que haya tenido la disciplina necesaria desde sus inicios, Felipe Espitia ha probado más de una vez sus cualidades para entender el poker y destacarse en torneos de alcance latinoamericano. Recuerda con especial alegría el primer CPT (Colombia Poker Tour) en el que logró una figuración exitosa, en 2014. La competencia fue en Medellín, en el Hotel Intercontinental. Aquella vez el campeón fue Javier Ríos, Carter Gill fue su escolta y él, con su tercer puesto, se llevó alrededor de $27 millones. “Nunca en mi vida había visto esa cantidad de dinero junta y tampoco me lo esperaba”, confiesa. Dice que ese cobró marcó su despegue como profesional.

Nunca antes había salido de Colombia para competir, pero ese mismo año jugó dos paradas del Latin American Poker Tour (LAPT) en Viña del Mar y Panamá y las Brazilian Series of Poker (BSOP) en Brasilia, series a las que se clasificó por satélites. En Brasil llegó por primera vez a cobros de un evento internacional.

“Me acuerdo y me da mucha alegría, porque fue un año muy lindo, fue demasiado bonito poder salir a tantos lugares nuevos y, gracias al poker, ver los frutos de lo que estaba haciendo”, señala el bogotano.

  • WPD: Hablemos de esos buenos momentos que has tenido en el poker…

FE: El primer torneo al que clasifiqué fue ese LAPT que te menciono, en Chile. Jugué un satélite de US$16 y gané el paquete completo, con entrada al Main Event. Tengo un recuerdo muy bonito de allá. Viajé con varios colombianos, pero uno de ellos fue Johann Ibáñez. Era mi primer LAPT, ni siquiera en Colombia había podido jugar uno, porque nunca había tenido la banca suficiente. Estando allá le dije a Johann que salváramos un porcentaje y me acuerdo que libramos un 5 % de ese torneo. Yo clasifiqué muy bien el primer día, como con 160.000 puntos, cuando el stack inicial era de 25.000 puntos; mientras que Johan pasó con 20.000, menos del stack inicial. Llegamos al Día 2 y yo estaba súper cómodo. Johann venía en cambio remando desde abajo. Sin embargo, yo salí a dos posiciones de cobros, pero fue Johann el que hizo mesa final. Eso valorizó mucho el porcentaje que habíamos acordado (risas).

Después se vino Panamá, un evento para el que también agarré cuatro paquetes, avaluados en US$3.500 cada uno. También conseguí un paquete para jugar en Brasil, y después gané un satélite para jugar en Perú, en Lima, la Gran Final de ese año. Y recuerdo que para diciembre hacían el BSOP MILLIONS y yo tenía muchas ganas de ir, tenía buenos resultados para poder ir, pero yo estaba en otro plan, tratando de hacer las cosas medianamente bien y jugué muchos satélites online. No se me dio la oportunidad de ir por esa vía y dije ‘bueno, no voy a ir; por algo será; esperemos otra oportunidad’. Esa vez, simplemente, no fui a rematar ese super año en Brasil, tratando de tener otra mentalidad.

Una aventura en Las Vegas

  • WPD: En los últimos meses volviste al tope de tu nivel y este año comenzó con nuevas alegrías. ¿Cómo te sentiste en este paso por Las Vegas?

FE: Fue curioso que en diciembre me dio por abrir una aplicación, que es la que yo uso cuando voy a Estados Unidos: Poker Atlas. Ya la había desinstalado, pero me acordé y dije, voy a descargarla. La descargué y vi a través de ella que ya estaban haciendo un par de eventos en Las Vegas.

El Venetian tenía su DeepStack Extravaganza, desde el 28 de diciembre hasta el 28 de enero. Vi también que iban a hacer unos torneos en el Wynn y me antojé. Dije: ‘hace mucho no juego en vivo, quiero darme la oportunidad’. Y me fui para Las Vegas, casi que de sopetón, de un momento para otro.

Empecé 4, 5 o 6 días perdiendo, tanto en mesa libre como en torneos. Y casi que con las últimas balas que tenía —en cuanto al efectivo, obviamente siempre va uno con reservas para volver a comprar dólares, rayar las tarjetas… pero no me gusta mucho eso— gané un torneo en el Venetian. Cobré US$11.000 y por temas de impuestos y lo demás, netos fueron US$7.700 que recibí. Ese fue el primer despegue: un torneo que valía US$300 y en el que garantizaban US$20.000 en premios, pero que subió a US$57.000 para repartir. Llegamos al heads up e hicimos deal en esa instancia con un norteamericano. El cogió US$12.500 y yo US$11.700, estábamos muy parejos a la hora de hacer el acuerdo. Ése fue el primer cobro. Y de ahí para allá, hasta el final del viaje, tuve buenos resultados. En cada torneo que jugaba, avanzaba. No logré hacer una mesa final importante, pero sí varias mesas finales de torneos regulares diarios, de US$20.000 o US$30.000 garantizados, que pagaban US$9K, US$10K, US$11K al primero.

Cobré un torneo del Wynn en primer puesto, el torneo del Venetian y en varios más logré terminar de tercero, cuarto, quinto o sexto… Fueron premios que sumaron. Además, pude retomar el ritmo del poker en vivo, que me encanta y siempre me hace falta. En unos tres meses pienso darme otra vez esa aventurita por Las Vegas.

  • WPD: ¿Cómo ves el tema de las garantías para la reactivación del poker presencial?

FE: Los norteamericanos son muy organizados. Me sorprendió ver que el virus está, pero ellos tienen muchos temas de higiene. Cada 20 pasos hay desinfectantes de gel; todas las mesas, sean de cash, de torneo o de BlackJack o cualquier otro juego, tienen separadores acrílicos que evitan bastante la propagación de fluidos. Por nada del mundo te permiten que estés sin el tapabocas cubriéndote desde la nariz hasta el mentón. Si te lo tienen que decir 50 veces, 50 veces te lo dicen.

Si en una mesa eliminaron al jugador de la posición 7, el jugador se para, coge sus cosas y se va. Antes de que otro jugador venga y se siente, desinfectan esa área específica. Todos esos temas en verdad hacen la diferencia. En Las Vegas vi muchísima organización en cuanto a eso”.

  • WPD: ¿Estás optimista con la posibilidad de ir a una eventual edición de las WSOP en el verano?

FE: Parece un poco complicado, pero pensaría que las cabezas visibles de Las Vegas, los directores o dueños de los casinos más importantes quizás no organicen una edición tradicional de las WSOP como tal; pero sí pueden idear algún tipo de evento más pequeño, un poco por prudencia, para no tener esos mares de gente; porque Las Vegas durante la Serie Mundial son una absoluta locura, con ríos de gente por donde uno camine, sea en Bellagio, en Aria, o en el downtown, que están el Binion's, el Golden Nugget… Quizás por prevenir tanta gente hagan algo con un nombre más pequeño y, desde que se me dé la oportunidad, quisiera estar allá.

Lo que hace falta es dedicación

  • WPD: Estamos ante un boom del poker latino. Tememos flamante campeón mundial, Damián Salas, vemos casi siempre, cada domingo algún latino destacado en las salas online con un bombazo mayor a seis dígitos. Farid Jattin, el mismo Salas, Melogno, entre otros, siempre dan muy buena pelea en competencias presenciales. ¿Cómo ves a los colombianos en ese contexto y cómo ves a los latinos en el plano global?

FE: Los latinos también somos personas inteligentes, tenemos buenos conceptos, pero nuestro problema es la disciplina. Es lo mismo que sucede acá, en Colombia: no es que nosotros seamos menos inteligentes que otras personas, sino que somos menos dedicados. Por eso es que son tan pocas personas las que logran destacarse, porque no hacen las cosas como deberían. No estudian lo suficiente para adquirir conocimiento y entender el juego, entonces por eso nos quedamos un poco atrás. 

En Colombia hay muy buenos jugadores. Pero, para mí, sin pretender irrespetar a nadie, son pocos los que alcanzan la talla para considerarse referentes, realmente. Los que llegan a ese punto, lo han logrado porque se han dedicado a explotar sus habilidades, a mejorarlas, a analizar el juego, a meter muchas horas de estudio. Han dicho ‘bueno, este juego requiere mucho estudio, análisis y disciplina; vamos a hacerlo’.

Y son pocos los que se comprometen así, realmente. Decimos que lo hacemos —me incluyo en ese punto porque no soy el más disciplinado— pero nos falta mucho aún. Estoy seguro de que si yo hubiera sido más disciplinado de lo que he sido hasta ahora, hubiera podido tener mucho mejores resultados. Es algo que, sin dudas, reconozco. 

Yo admiro muchísimo al ‘Ñato’ (Sebastián Toro) por ese orden con el que hace las cosas, por la pasión que le mete, por la disciplina, por querer ser cada día mejor, por no conformarse con nada. En los momentos difíciles que ha tenido, cuando ha llegado a atravesar un down fuerte, me consta que se propone a levantarse con más amor, meterle más al estudio… Él se levanta a darle, a estudiar, y sus resultados se ven a largo plazo. Es un tema cultural más que de cualquier otra cosa, y no solamente en el poker; así somos los colombianos y, en general, los latinos, en muchos aspectos.

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